18 de octubre de 2014

GOLFOS



Según la Real Academia Española ser un golfo equivale a ser pillo, sinvergüenza, holgazán...a partir de aquí coloquemos los sinónimos que nos apetezcan, ratero, vago, sinvergüenza, chorizo, mangante, granuja, vividor, canalla, bribón, obsceno......y por qué no, en algunos casos, banquero, consejero de caja de ahorros o político. Lógicamente para poder rentabilizar alguno de los atributos citados es imprescindible la existencia de las victimas, de los timados, engañados o directamente robados. En España esto de ser un golfo se ha convertido en un deporte de muy generosos rendimientos económicos, un deporte practicado a diario por un cada día más elevado número de políticos, banqueros y especies afines, que no solo nos roban sino que además nos califican de pringaos e ignorantes. Desde la Casa Real hasta el humilde municipio de Tejodillo de la Sierra la existencia de golfos está probada y en imparable ascenso. Los jueces, ante la avalancha de procesos, ya no saben que hacer y se debaten entre colgar la toga para evitar el riesgo de que les inhabiliten o seguir luchando con unos códigos de justicia más propios de la Edad Medía que del siglo XXI, además de tener que lidiar con algunos fiscales que más bien parecen abogados de los acusados. Entre tanto debate los procesos judiciales tardan más tiempo en resolverse que el empleado por los egipcios en levantar alguna de sus magníficas pirámides, desde luego mucho más de lo que tardó Franco en ponernos a todos mirando para La Meca.

Luego, cuando los jueces dictan sentencia y mandan a algún golfo a la cárcel ven como se retuercen los procedimientos de apelación ante otras instancias. Puede que al juez justo le dejen con el culo al aire y la sentencia sea anulada y puede que no, pero si la sentencia al final prevalece han de ver como finalmente largos años de proceso se desperdician con la concesión de un indulto y en el mejor de los casos, si el indulto es denegado y el golfo entra en el talego, los largos años de cárcel impuestos se quedan en pocos meses y además en una prisión elegida a la carta por el reo como si de un hotel se tratase. Total, unos meses entre rejas, con piscina, tele, gimnasio, nieve, canutos y "vis a vis", a cambio de conservar un botín de varios millones de euros es una opción muy tentadora, una proposición indecente si, pero mucho me temo que casi todos haríamos más o menos como Woody Harrelson, en este caso en lugar de ceder nuestra pareja a Redford cederíamos parte de nuestros principios, todo tiene un precio y si no que se lo pregunten a Felipe González.

Cuando Bankia quebró tuvimos que poner entre todos más de 25.000 millones de euros, una aportación por la que nadie fue preguntado y que se llevó a cabo por el gobierno de Rajoy sin rechistar y sin saber porque razón se había producido el agujero negro más cuantioso de la historia financiera de España, causas que seguimos sin conocer. Bernard Madoff estafó una cantidad algo superior, 50.000 millones de dólares, pero cuando le echaron mano tardaron menos de un año en condenarlo a 150 años de prisión, en el caso de Bankia, y siguiendo proporcionalmente el ejemplo de la justicia norteamericana, a los responsables de su quiebra les deberían caer 75 años a cada uno, pero mucho me temo que no pisarán la cárcel, sus amigos políticos, los que les dieron las llaves de la caja fuerte lo impedirán, no por amistad irrenunciable sino por miedo a las consecuencias. Una diferencia hay entre Madoff y los golfos de Bankia, el primero robó a los más ricos y los segundos a los más pobres, extremo este por el que yo elevaría la pena a los golfos españoles hasta hacerla coincidir con la del yanqui. Finalmente todo quedará en una golfería, en un yo lo hice sin mala intención, en un yo puede que sea un incompetente pero soy honrado, en un lo siento mucho...mientras en su fuero interno se dicen : pero volveré a hacerlo en cuanto tenga la más mínima ocasión, no sé hacer otra cosa y además sale gratis.

Bankia lleva nacionalizada desde junio de 2012, desde esa fecha, y teniendo en cuenta las circunstancias que rodearon su quiebra, el Estado debería haber llegado ya al fondo del asunto y haber destapado todas las operaciones golfas que provocaron la caída y desaparición de una entidad con más de 300 años de historia. Más de dos años y unos equipos y procesos informáticos de primerísimo nivel ,como los que Bankia tiene, es tiempo más que suficiente para encontrar el haba de este amargo e intemporal roscón de reyes, máxime si tenemos en cuenta que la corona y el primer premio ya se repartió hace tiempo. Entre los agraciados con el premio están los responsables, los golfos. Unos golfos con DNI y otros con CIF de partido político o de sindicato obrero.

Nos llevamos las manos a la cabeza por los cerca de 12 millones de euros dispuestos a través de las tarjetas de la suerte, y hacemos bien, pero esta cantidad resulta calderilla si la comparamos con el deterioro patrimonial de la entidad, no olvidemos que su patrimonio desapareció y hubo que poner 25.000 millones para que al menos siguiera funcionando, además de tener que quedarnos con la mayor parte de su cartera de préstamos hipotecarios fallidos a través de ese banco malo que almuerza y cena con los fondos buitre de medio mundo. Los preferentistas y los ingenuos accionistas que invirtieron en el bluff de su salida a Bolsa forman hoy parte del grupo de, según los golfos, pringaos. Madoff manifestó públicamente que no se arrepentía de nada, que sus estafados eran todos unos estúpidos avaros, mucho me temo que los golfos de Bankia aunque no lo digan piensan lo mismo que Madoff.

Tenemos por otro lado la concesión irregular de créditos a consejeros, partidos políticos, sindicatos, constructores, etc... Para llegar a conocer a los beneficiarios de estas operaciones ni siquiera hace falta hacerlo desde Bankia, toda la información la tiene la Central de Riesgos del Banco de España. La CRBE conoce el nombre o razón social de los prestatarios, los importes concedidos, las fechas de las concesiones, el tipo de garantía, el capital pendiente de pago, si se encuentran en situación de morosidad o si se han dado como fallidos. Por supuesto Rajoy ya tiene toda esa información y por eso no hace nada hasta que las llamas de los incendios provocados por los golfos empiecen a salir por la ventanas de Genova 13.

Solo si un partido politico sin antecedentes de corrupción llega a gobernar sabremos lo que pasó en Bankia y hasta puede que alguien entre en la cárcel, si llega la República ya ni os cuento.

Benito Sacaluga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario