29 de octubre de 2014

AGUIRRE Y SU DEFENSA DE LA PASADA HONRADEZ DEL PARTIDO POPULAR



Esperanza Aguirre dice que se siente mal, que es una pena que unos pocos corruptos hayan echado por tierra la inmaculada trayectoria que disfrutaba el Partido Popular en los años 90. La condesa consorte de Bornos y Grande de España o miente o ignora, yo creo que miente. Veamos.

Nada más comenzar la primavera de 1990 en el Congreso celebrado en Sevilla, José María Aznar fue aclamado como el nuevo líder, joven y renovador de la derecha española, un lider que durante su juventud, militó en el Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES), sindicato estudiantil que fue embrión de Falange Española Independiente (FEI), siendo  uno de los responsables del FES que reivindicaban el pensamiento original del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. Aznar se hacía con las riendas del Partido Popular, objetivo: Desbancar a Felipe González. Para lograrlo no dudó en aprovechar el reciente caso Juan Guerra y aliarse con el PCE a través de Nicolás Sartorius. Jugó fuerte atacando al hermano del vicepresidente, lo hizo precipitadamente, sin tener en cuenta que en sus filas estaba a punto de salir a la luz un escándalo monumental.

En el Congreso de Sevilla, Aznar confirmó a Rosendo Naseiro en el puesto de Secretario de Finanzas (Tesorero) del partido, cargo que ya venía ocupando por decisión de Manuel Fraga en la etapa de interinidad de Aznar. El diez de abril de 1990, en plena Semana Santa, funcionarios de la Brigada Regional de la Policía Judicial de Valencia irrumpen en un apartamento de la calle Piedra, en la urbanización Vistahermosa de Alicante. Los funcionarios van provistos de un mandamiento judicial de arresto contra Rosendo Naseiro, el tesorero del Partido Popular, y de una orden de entrada y registro del apartamento. Ambos documentos están firmados por Luis Manglano, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Valencia. La policia esposa a Naseiro y le comunica que por orden del juez no puede comunicarse con nadie. Horas después, Rosendo Naseiro, tesorero del PP y hombre de confianza del presidente del principal partido de la oposición, José María Aznar, es conducido directamente a la cárcel. La venganza de Alfonso Guerra empieza a tomar cuerpo.

Horas más tarde eran detenidos y trasladados a los calabozos de los Juzgados el concejal de PP en Valencia, Salvador Palop; el delegado de la constructora Dragados y Construcciones, Luis Janini, el delegado de la empresa Huarte, Carlos Bonet, el arquitecto municipal de Cullera, Luis Latorre y José Balaguer, presidente de Electronic Trafic,SA (ETRA).

Las detenciones tienen su origen en una investigación iniciada a finales de 1989 por el Grupo Segundo de la Sección de Estupefacientes de la Policia Judicial de Valencia  a los que se les autoriza judicialmente la intervención de varios teléfonos de los hermanos Palop al sospecharse que estaban involucrados en operaciones de trafico de drogas. De las escuchas se obtiene una información inesperada que nada tiene que ver con el narcotráfico. Angel Sanchís, tesorero del PP en la etapa de Manuel Fraga, telefonea a Palop. De la conversación se desprende la existencia de operaciones de tráfico de influencias llevadas a cabo en Valencia, en las que intervenían el concejal del PP, Salvador Palop y el ex-tesorero del mismo partido Angel Sanchis, junto al entonces titular del cargo, Rosendo Naseiro, y en las que se mencionaba al presidente del PP, José María Aznar, a Manuel Fraga, al vicesecretario de Acción Electoral, Arturo Moreno y a varios políticos más junto a varios empresarios.

Los policías Ortega y Peiró, tenían en sus manos unos de los escándalos más sonados de la democracia española, y así fue aunque Esperanza Aguirre hoy no lo quiera recordar. Sin embargo algo sucede, las grabaciones telefónicas no contenían información para imputar a nadie por un delito de narcotráfico, motivo por el cual fueron autorizadas las escuchas, los policías no las entregan en el juzgado, las conservan en su poder. El juez archiva el caso en enero de 1990. Ante esta situación los inspectores esperan a que estuviera de guardia el juzgado de Instrucción número 2 y solicitan una nueva intervención telefónica del número de Palop, ocultando al juez que el teléfono ya había sido intervenido por otro juzgado y que las diligencias habían sido archivadas. El 29 de diciembre de 1989 Luis Manglano, titular del Juzgado, miembro de la Asociación Jueces para la Democracia y sobrino del entonces director de CESID, el Teniente General Emilio Alonso Manglano autoriza el pinchazo.

El resultado de las escuchas fue contundente. Nunca en la historia reciente de España una conversación telefónica había reflejado con toda su cruda realidad la forma en que un partido obtiene el dinero clandestino para financiarse. La publicación de las diligencias previas 295/90, iniciadas en Valencia por el juez Manglano, ponían de relieve que el Partido Popular había montado toda una red de financiación paralela de sus actividades al margen de la Ley de Financiación de Partidos de 1987, para recaudar fondos. Las diligencias dejan entrever que las personas involucradas actúan coordinadas entre si para pedir dinero a empresas constructoras, contratistas de limpiezas públicas, a las sociedades relacionadas con el mantenimiento del alumbrado y a los propietarios de terrenos susceptibles de recalificación. Las oficinas donde se planificaban y se centralizaban estas actividades ilegales era la sede central del Partido Popular de la calle Genova de Madrid, concretamente en el despacho del tesorero, Rosendo Naseiro.

El caso Naseiro llegó al Tribunal Supremo, debido a la condición de diputado de Ángel Sanchis Perales y de Pedro Agramunt, Presidente del PPCV, donde quedó archivado a causa de que las escuchas telefónicas se habían ordenado para investigar únicamente el caso de narcotráfico y, por tanto, su utilización en el presunto delito de financiación ilegal no gozaba de supervisión judicial. El tribunal ordenó la posterior destrucción de las cintas inculpatorias con las conversaciones de los implicados. No obstante, las grabaciones se pueden leer en las hemerotecas dado su valor histórico, pero jurídicamente carecen de valor probatorio. 

El Partido Popular salió indemne a ojos de la justicia, pero los delitos se cometieron. En los años 1989 y 1990, al contrario de lo que Esperanza Aguirre esgrime para alabar la  honradez de su partido en esa época, la cruda realidad es que el partido se venía financiando por procedimientos que repugnan la conciencia de cualquier persona civilizada y que los políticos que se dedicaban a estos menesteres, aspiraban a ser los ministros del mañana.

Hay más casos, más situaciones que delatan la catadura del PP, aparte de lo que desde hace años venimos conociendo. Por ejemplo, una auditoría llevada a cabo por Ernst and Whynney en 1987, ponía de relieve que Alianza Popular, un partido que aspiraba a gobernar el país y hacer cumplir las leyes, no pagaba las cuotas empresariales ni sociales a la Seguridad Social. Tampoco abonaba el IRPF retenido a sus trabajadores y apenas llevaba contabilidad oficial alguna. Informaban también los auditores que en 1986 el partido había tenido unos ingresos de 1.973 millones de pesetas y había gastado 3.532 millones.

No señora Aguirre, los actuales corruptos de su partido no han dilapidado nada, la corrupción siempre estuvo y sigue estando instalada en el Partido Popular, decir lo contrario es faltar a la verdad. Tampoco puede alegar ignorancia, lleva usted en el partido desde 1987 y además imagino que en 1990 leía la prensa.

Benito Sacaluga


Fuente: El Dinero del Poder.José Diaz Herrera y Ramón Tijeras. Editorial Cambio 16.ISBN:84-7679-190-9


27 de octubre de 2014

PODEMOS VERSUS REPÚBLICA




El verbo poder da para mucho, más aún si nos metemos en el terreno de la política. En cualquier mitin electoral nunca falta la expresión “nosotros podemos”, el aspirante a líder se integra así en el colectivo electoral, una maniobra hábil que enardece a las masas pero que esconde la realidad de lo que el orador quiere transmitir, que no es otra cosa que: “Si me votáis yo puedo”. Otras veces se quiere referir a su equipo, a su partido, queriendo decir que son capaces de llevar a cabo aquello que sus posibles votantes desean.

Hoy en España una vez que el partido político de turno se hace con el poder poco importa el programa que sirvió para acaparar votos y se gobierna desde la circunstancialidad y desde el electoralismo. Si el partido gobernante logra una mayoría absoluta su impunidad alcanza el mismo rango que su mayoría. Si es una mayoría simple los pactos que mantienen el bipartidismo garantizarán igualmente la ausencia de responsabilidades. Los ciudadanos soportamos, luchamos o nos indignamos desde la falsa sensación de que nada podemos hacer hasta que unas nuevas elecciones nos den la oportunidad de desalojar del gobierno a quien nos ha engañado o a quien es nuestro adversario político e ideológico. Esta postura es desde luego cómoda, pero es la culpable de que las cosas no cambien aunque el cambio adquiera tintes de vital.

Desde 1978 España ha permanecido aletargada ante el comportamiento de la clase política, “mejor que el franquismo cualquier cosa” pensaban algunos mientras se les llenaba, y se les llena, la boca de la palabra democracia, del éxito del cambio de régimen, de estado de bienestar, de estado de derecho y de…..Constitución, sin saber muchos lo que ello significa. La realidad es que hoy ninguno de los pilares democráticos básicos son firmes ni efectivos, ni siquiera el total derecho al voto aunque éste sea meramente consultivo.

Al día de hoy la olla a presión del poder político está a punto de estallar, de saltar en pedazos llevándonos a todos por delante, pero no hacemos lo que sería imprescindible para vaciarla. Los “políticos” de la dictadura nunca fueron corruptos al uso, no les hacía falta, sus prebendas y privilegios eran la compensación por haber invadido España, por mantener la dictadura alejada de cualquier peligro. Los monopolios y la oligarquía funcionaban a la perfección. La censura garantizaba que los españoles permaneciésemos ajenos al enriquecimiento ilícito de toda la cohorte franquista. Hoy los medios de comunicación nos informan a la velocidad de la luz de buena parte de los delitos que nuestros gobernantes, partidos políticos o sindicatos comenten, incluso de los asuntos más que turbios de esa Casa Real que a tantos españoles avergüenza y muchos queremos ver desaparecer, lo sabemos casi todo pero no hacemos nada, podríamos hacer pero no queremos.

Los niveles de corrupción han llegado a ese punto en el que hacen imposible la gobernabilidad del país. Un punto en el que para seguir gobernando ha de echarse mano de una dictadura encubierta, haciendo que la escasa democracia que disfrutamos sea cada día más débil, siempre fue débil pero hoy está incuestionablemente enferma. Una enfermedad que no puede tratarse con placebos, ni siquiera con nuevos medicamentos recién salidos de los laboratorios, es necesaria una cirugía a fondo.

Reconozco que siento admiración y simpatía por “Podemos”, pero la situación de España necesita algo más que una nueva forma de hacer política, algo más que un ajuste por grande que este sea, algo más que la aplicación de la justicia a aquellos que traspasaron sus líneas rojas. De nada vale empezar de nuevo desde 2014, hay que hacerlo desde 1975, hay que hacer ahora lo que no se pudo o no se quiso hacer cuando el dictador, muriendo, nos dio la única gran alegría en más de 40 años.

Participación ciudadana, fraternidad, libertad, justicia, derechos humanos….parece ser el mensaje que transmite la formación de Pablo Iglesias, todo ello fue lo que representó y debe representar la República. Un sistema de Estado en el que, sin ninguna duda, Podemos podría ocupar un gran espacio si mantiene muchos de los principios que hoy esgrime. Un sistema de Estado que de forma inmediata desalojaría de sus sillones a la casta franquista que nos gobierna y a esa socialdemocracia con la que está aliada.

La debilidad política de los dos grandes partidos españoles es cada día más acusada, la corrupción les corroe hasta las entrañas, es ahora el momento para dar el golpe definitivo a la monarquía y al régimen del 78. En aquel entonces se aceptó lo actual como mal menor y el fracaso es evidente, no caigamos otra vez en el mismo error descargando en Podemos el peso de nuestra indignación para que saneen el sistema, no valdría para mucho, lo que hay que hacer es eliminar este sistema por inválido, caduco, corrupto e injusto. 

La gran mayoría de los españoles desconocen lo que significa una república, han sido muchos años de demonización y mentiras. Es imprescindible convencer si queremos una reinstauración democrática de la República y para ello es necesario informar y formar. 

Si Podemos ha llegado a convertirse en segunda o tercera fuerza política en menos de un año ha sido gracias a la comunicación. Se les ha permitido aparecer constantemente en los medios de comunicación y esto ha sido así porque su mensaje no es rupturista, es una formación política que aspira a gobernar dentro del sistema político actual, bien diferente habría sido el trato por ellos recibido si sus propuestas girasen en torno a la eliminación de la monarquía, a la defensa a ultranza del sistema republicano.

Esta facilidad para comunicarse de la que Podemos disfruta y los republicanos carecemos es el gran problema que tenemos para conseguir nuestras aspiraciones. De poco sirven las iniciativas personales o de pequeños colectivos, sería necesario llegar a los grandes medios de comunicación si queremos una mayoría en un futuro referéndum monarquía-república, y no solo en los meses previos a su celebración. La información y la formación a gran escala deberían comenzar ya. De momento y a falta de la atención de grandes medios de comunicación no nos queda otra que seguir con el “boca a boca”, es más lento y trabajoso pero en 1931 dio resultado y a pesar de que las herramientas de comunicación de entonces eran infinitamente inferiores a las que hoy disponemos. A propósito, tampoco vendría nada mal tener a alguien que hablara en nombre de todos los republicanos.


Benito Sacaluga

18 de octubre de 2014

GOLFOS



Según la Real Academia Española ser un golfo equivale a ser pillo, sinvergüenza, holgazán...a partir de aquí coloquemos los sinónimos que nos apetezcan, ratero, vago, sinvergüenza, chorizo, mangante, granuja, vividor, canalla, bribón, obsceno......y por qué no, en algunos casos, banquero, consejero de caja de ahorros o político. Lógicamente para poder rentabilizar alguno de los atributos citados es imprescindible la existencia de las victimas, de los timados, engañados o directamente robados. En España esto de ser un golfo se ha convertido en un deporte de muy generosos rendimientos económicos, un deporte practicado a diario por un cada día más elevado número de políticos, banqueros y especies afines, que no solo nos roban sino que además nos califican de pringaos e ignorantes. Desde la Casa Real hasta el humilde municipio de Tejodillo de la Sierra la existencia de golfos está probada y en imparable ascenso. Los jueces, ante la avalancha de procesos, ya no saben que hacer y se debaten entre colgar la toga para evitar el riesgo de que les inhabiliten o seguir luchando con unos códigos de justicia más propios de la Edad Medía que del siglo XXI, además de tener que lidiar con algunos fiscales que más bien parecen abogados de los acusados. Entre tanto debate los procesos judiciales tardan más tiempo en resolverse que el empleado por los egipcios en levantar alguna de sus magníficas pirámides, desde luego mucho más de lo que tardó Franco en ponernos a todos mirando para La Meca.

Luego, cuando los jueces dictan sentencia y mandan a algún golfo a la cárcel ven como se retuercen los procedimientos de apelación ante otras instancias. Puede que al juez justo le dejen con el culo al aire y la sentencia sea anulada y puede que no, pero si la sentencia al final prevalece han de ver como finalmente largos años de proceso se desperdician con la concesión de un indulto y en el mejor de los casos, si el indulto es denegado y el golfo entra en el talego, los largos años de cárcel impuestos se quedan en pocos meses y además en una prisión elegida a la carta por el reo como si de un hotel se tratase. Total, unos meses entre rejas, con piscina, tele, gimnasio, nieve, canutos y "vis a vis", a cambio de conservar un botín de varios millones de euros es una opción muy tentadora, una proposición indecente si, pero mucho me temo que casi todos haríamos más o menos como Woody Harrelson, en este caso en lugar de ceder nuestra pareja a Redford cederíamos parte de nuestros principios, todo tiene un precio y si no que se lo pregunten a Felipe González.

Cuando Bankia quebró tuvimos que poner entre todos más de 25.000 millones de euros, una aportación por la que nadie fue preguntado y que se llevó a cabo por el gobierno de Rajoy sin rechistar y sin saber porque razón se había producido el agujero negro más cuantioso de la historia financiera de España, causas que seguimos sin conocer. Bernard Madoff estafó una cantidad algo superior, 50.000 millones de dólares, pero cuando le echaron mano tardaron menos de un año en condenarlo a 150 años de prisión, en el caso de Bankia, y siguiendo proporcionalmente el ejemplo de la justicia norteamericana, a los responsables de su quiebra les deberían caer 75 años a cada uno, pero mucho me temo que no pisarán la cárcel, sus amigos políticos, los que les dieron las llaves de la caja fuerte lo impedirán, no por amistad irrenunciable sino por miedo a las consecuencias. Una diferencia hay entre Madoff y los golfos de Bankia, el primero robó a los más ricos y los segundos a los más pobres, extremo este por el que yo elevaría la pena a los golfos españoles hasta hacerla coincidir con la del yanqui. Finalmente todo quedará en una golfería, en un yo lo hice sin mala intención, en un yo puede que sea un incompetente pero soy honrado, en un lo siento mucho...mientras en su fuero interno se dicen : pero volveré a hacerlo en cuanto tenga la más mínima ocasión, no sé hacer otra cosa y además sale gratis.

Bankia lleva nacionalizada desde junio de 2012, desde esa fecha, y teniendo en cuenta las circunstancias que rodearon su quiebra, el Estado debería haber llegado ya al fondo del asunto y haber destapado todas las operaciones golfas que provocaron la caída y desaparición de una entidad con más de 300 años de historia. Más de dos años y unos equipos y procesos informáticos de primerísimo nivel ,como los que Bankia tiene, es tiempo más que suficiente para encontrar el haba de este amargo e intemporal roscón de reyes, máxime si tenemos en cuenta que la corona y el primer premio ya se repartió hace tiempo. Entre los agraciados con el premio están los responsables, los golfos. Unos golfos con DNI y otros con CIF de partido político o de sindicato obrero.

Nos llevamos las manos a la cabeza por los cerca de 12 millones de euros dispuestos a través de las tarjetas de la suerte, y hacemos bien, pero esta cantidad resulta calderilla si la comparamos con el deterioro patrimonial de la entidad, no olvidemos que su patrimonio desapareció y hubo que poner 25.000 millones para que al menos siguiera funcionando, además de tener que quedarnos con la mayor parte de su cartera de préstamos hipotecarios fallidos a través de ese banco malo que almuerza y cena con los fondos buitre de medio mundo. Los preferentistas y los ingenuos accionistas que invirtieron en el bluff de su salida a Bolsa forman hoy parte del grupo de, según los golfos, pringaos. Madoff manifestó públicamente que no se arrepentía de nada, que sus estafados eran todos unos estúpidos avaros, mucho me temo que los golfos de Bankia aunque no lo digan piensan lo mismo que Madoff.

Tenemos por otro lado la concesión irregular de créditos a consejeros, partidos políticos, sindicatos, constructores, etc... Para llegar a conocer a los beneficiarios de estas operaciones ni siquiera hace falta hacerlo desde Bankia, toda la información la tiene la Central de Riesgos del Banco de España. La CRBE conoce el nombre o razón social de los prestatarios, los importes concedidos, las fechas de las concesiones, el tipo de garantía, el capital pendiente de pago, si se encuentran en situación de morosidad o si se han dado como fallidos. Por supuesto Rajoy ya tiene toda esa información y por eso no hace nada hasta que las llamas de los incendios provocados por los golfos empiecen a salir por la ventanas de Genova 13.

Solo si un partido politico sin antecedentes de corrupción llega a gobernar sabremos lo que pasó en Bankia y hasta puede que alguien entre en la cárcel, si llega la República ya ni os cuento.

Benito Sacaluga.

16 de octubre de 2014

RAJOY EN ESTADO PURO





Lo menos que podría hacer Rajoy ante un problema como el de Cataluña sería poner cara de preocupación. Sin embargo pone cara de desprecio con elevados tintes de prepotencia. Rajoy es así, pero debería actuar como el presidente del Gobierno que es. Acaba de decir que (sic) "no sabe que es lo que se va a hacer el 9N" y nuevamente nos miente. Rajoy sabe perfectamente lo que va a pasar el próximo nueve de noviembre y porque lo sabe está mandando a Cataluña contundentes remesas de fuerzas de orden público, no para poner orden, que lo debería haber hecho él hace muchos meses mediante el dialogo y la negociación. Unas fuerzas policiales que envía no solo para impedir las votaciones a que aspiran los catalanes, también para que se líen a palos con los que tengan a bien manifestarse en contra de la prohibición cautelar de la consulta por ese Tribunal Constitucional que en poco más de dos horas analizó, discutió y dictó sentencia sobre un asunto de tanta relevancia. Así es Rajoy y así es el TC. Por su parte la popular Alicia Sánchez Camacho ha declarado en público que (sic) "Impedir que se vote es bueno para la democracia". Así son en el Partido Popular.

La chulería de los populares raya en lo chabacano cuando le dicen a Mas que si quiere cambiar las cosas en Cataluña que tramite una solicitud de reforma de la Constitución, a sabiendas de que el rodillo de los populares cortará de raíz la iniciativa y además con la inestimable ayuda del PSOE. Una chulería que no deja de echarle en la cara a todo el mundo, repitiendo hasta la saciedad que están donde están por los votos obtenidos, olvidando que los votos no legitiman a nadie para convertir una democracia en un régimen absolutista como el que estamos padeciendo desde noviembre de 2011. El  ninguneo de Rajoy hacia los catalanes nos costará caro y si no al tiempo.

Con España convertida en el club privado de unos pocos, en el que se impide votar libremente al 20% de la población, los jueces inhabilitados y los ladrones de guante blanco por la calle, con el récord europeo de paro y pobreza y el PP metido hasta el cuello en tramas de corrupción, vemos como las encuestas le dan al partido de Rajoy cerca del 33% de los votos si hoy se celebraran elecciones generales. Está claro que a los españoles nos va la marcha y nos encantan las hostias, las consagradas y las otras.

Si preocupante es que se siga votando en masa al PP, lo es más aún que se vaticine una abstención que la encuesta cifra en un 38% del electorado. Vamos que entre aquellos a los que le va de fábula con el PP y a los que les da igual va a resultar que "España va bien" según la mayoría de los españoles.

Según la misma encuesta, para desalojar al PP del gobierno sería necesaria la unión de PSOE, IU y Podemos, pero todos sabemos, o deberiamos saber, que en el PSOE prefieren ir por libre aunque ello signifique cuatro años más de paro, pobreza y corrupción. A pesar de sus últimos batacazos electorales y en pleno proceso de maquillaje todavía se creen con posibilidades de ganar unas elecciones generales, y puede que tengan razón, como he dicho antes a los españoles nos va la marcha.

Ni se vota en Cataluña, ni se vota la elección entre monarquía o República, (lo de escribir monarquía con minúscula es un simple ejercicio de justicia), ni el PP ni el PSOE están por labor y ya lo han dejado clarito en el Congreso de los Diputados. Está claro que si queremos que España sea una República tendremos que seguir los pasos de los que lo consiguieron en 1931, y eso que no tenían ni móviles ni internet.

Si, tenemos al frente del Gobierno de la nación a un salvapatrias, rodeado de una troupe de marianistas por partida doble, adoran a Mariano y rezan a supuestas vírgenes María después de darle un viaje a la tarjeta visa en un bar de copas y nenas. Igualito que Franco, que salvó a España del otro Pablo Iglesias, se rodeó de ministros del Opus Dei y firmaba las sentencias de muerte después de oír misa y comulgar. En la Zarzuela sin novedad, lógico, la única novedad posible pasa porque sus inquilinos la desalojen y tomen un avión a Ginebra para reunirse con los Urdangarines.

Benito Sacaluga.

12 de octubre de 2014

EL PÁJARO DE LA CELDA 303



Concluida la contienda, que no la guerra ni remotamente, los republicanos vencidos se hacinan, en campos de concentración y clasificación, y en Depósitos de Prisiones de Guerra. Los jefes de esos campos, a fin de determinar la personalidad y significación de los prisioneros, recaban informes de sus respectivos pueblos, mediante los cuales se les clasifica como "afectos", "desafectos" o peligrosos. Localizados así por la nuevas autoridades locales, de extracción falangista en la mayoría de los casos, se envían comisiones a los campos de concentración para llevarse a los paisanos a los que se les quiere aplicar un castigo, a ser posible rápido y directo. Es el caso de la comisión de falangistas de Manzanares, Ciudad Real, a quienes el alcalde faculta para la misión y expide el siguiente salvoconducto:
"Debidamente autorizados por la Autoridad Militar y la mía, marcha el Jefe de Milicias de la F.E.T. y de las J.O.N.S, D.Francisco Camacho Cava, a diversos puntos de las provincias de Alicante, Murcia y Valencia, al objeto de proceder a la detención y traslado de elementos rojos, para que depongan en las causas por hechos delictivos cometidos por ellos en esta población". 
"Ruego a todos los Sres. Alcaldes que a su paso encuentren y que de ellos interese la entrega de algunas cantidades y beneficios, para mejor cumplimiento del servicio que le ha sido encomendado, le hagan entrega, ya que este Ayuntamiento de mi Presidencia seguidamente cumplimentaría y procedería a abonar las cantidades que le hayan sido entregadas.
Manzanares, 5 de junio de 1939. Año de la Victoria.
Según cuenta Antonio Bermúdez en su magnifico estudio sobre la represión franquista en Manzanares, los falangistas desplazados en busca de "elementos rojos" de la localidad, retornaron al pueblo con su botín palpitante:
"Tras dos semanas de búsqueda volvieron con nueve detenidos del pueblo y otros tantos de Membrilla: todos ellos serían condenados a muerte y la mayoría fusilados en los meses siguientes".
A medida que las diferentes "sacas" van despejando los campos, y la obtención del ansiado aval emitido por alguien de derechas o del quimérico certificado de adhesión al Movimiento contribuyen también a aligerarlos con la salida de algunos pocos afortunados, van desapareciendo los Depósitos de Prisioneros y trasladándose a los cautivos a los Batallones de Trabajadores, donde, mientras realizan toda suerte de trabajos forzados, continua el proceso de clasificación con los informes que envían los Ayuntamientos, los Juzgados, las Auditorias de Guerra, la Policía y los diversos Servicios de Información. Entre tanto, y sin imputaciones precisas, los prisioneros del Nuevo Estado añaden a las propias del cautiverio las fatigas del trabajo forzado, aumentadas por una alimentación paupérrima, de ínfima calidad, insuficiente para reponer las energías quemadas en el agotador trabajo diario de pico y pala.

El propio Antonio Bermúdez a quien debemos la reseña documentada de cuanto aconteció a los prisioneros de Manzanares, peripecia extrapolable a los de cualquier punto de la España caída en ese Año de la Victoria, resumen así las condiciones de aquellos esclavos que, pues no habían sido juzgados ni sentenciados, trabajaban para el vencedor sin obtener a cambio, siquiera, la pérfida reducción de condena que los si juzgados ya obtenían de la Redención de Penas por el Trabajo, y que, aunque sujeta a variaciones,venía a ser de un día menos de condena por día trabajado:
"Era habitual dormir a la intemperie, y la falta de agua hacía imposible mantener la higiene personal en niveles aceptables. Los parásitos, la miseria y el hambre debilitaban a los prisioneros y ocasionaban múltiples enfermedades que derivaban con frecuencia en muertes prematuras. A estas circunstancias adversas hay que sumar el trato inhumano de perversos guardianes que, haciendo gala de una refinada crueldad, martirizaban innecesariamente a los hombres que ni siquiera habían sido juzgados, cuyo único crimen era haber defendido un régimen político que la mayoría del pueblo español había elegido libre y democraticamente". 
La obsesión de los prisioneros de esos Batallones de Trabajo, aparte de la de llevarse algo de comer a la boca, seguía siendo la obtención del aval que, emitido por las autoridades franquistas de su pueblo y refrendado por la firma de los falangistas que conocieran personalmente al interesado, podía permitirle franquear momentáneamente las alambradas. Por lo demás, pocos soldados republicanos podían acreditar, a falta de ese aval casi imposible, haber sido "camisa vieja" de Falange, militante de Renovación Española antes de la guerra, haberse pasado a las filas "nacionales" o ser reconocido por el cura del pueblo como católico y de derechas, episodios biográficos que bastaban por si solos para trasponer los rastrillos y las cancelas. Antes al contrario, los informes que sobre los prisioneros llegaban al Batallón de Trabajos solían ser de muy diferente jaez, y así, sobre el infortunado Juan Gijón Criado, sometido a trabajos forzados en el Batallón de Trabajadores nº 125 de Manresa, llegó, el 13 de marzo de 1940, un informe del Ayuntamiento falangista de su pueblo que decía, en pocas palabras, lo suficiente para que un Consejo de Guerra lo condenara a muerte:
"Comunicando que Juan Gijón Criado es persona de antecedentes izquierdistas y en el Movimiento actuó de escopetero, siendo voluntario en filas".
Peor si cabe que los recluidos en Batallones de Trabajo, que cuando menos veían la luz del sol y distraían en algo su amargura con la acción física, estaban los prisioneros sepultados en las prisiones y en los recintos destinados a este uso en las grandes ciudades. Antes de referirnos a la descripción que Eduardo de Guzmán hace en "Nosotros los asesinos" de la situación en la cárcel madrileña de Santa Rita, y del trabajo "redentor" y "no redentor" que los presos efectuaban en ella, permítase al autor el respiro, el alivio, de traer a estas páginas de oscuridad cerrada el suceso estremecedor, por dulce y bello, que recuerda el médico y maestro de escuela republicano Eduardo Bartrina de su estancia en la prisión de Alicante:
"Durante aquella primavera de 1939 caían al patio algunas de las crías de gorriones que anidaban entre las piedras de los muros del patio. Algunos compañeros las recogían y las criaban en la celda como podían, Hubo uno de ellos que se hizo célebre cuidado por Vicente Lizarraga (teniente coronel de Carabineros y persona muy querida por todos nosotros). El pájaro se hizo adulto, no quiso escapar y se pasaba el día con su padre adoptivo, revoloteaba por toda la galería y el patio y entrando en la celda sin equivocarse jamás por el "chivato". Si mi memoria no me falla la celda en la que estaba era la 303"

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El texto anterior es del libro: Los Esclavos de Franco. Autor: Rafael Torres Mulas. Prólogo de Mirta Núñez Diaz Balart. Editorial Oberon. ISBN: 84-207-4391-7. Año 2000.


Obras como las de Rafael Torres representan parte de la verdad, son un mínimo capitulo de lo que sucedió en España desde 1936 hasta finales de los años setenta del pasado siglo. Desde la muerte del dictador los defensores de la libertad siguen esperando justicia y reparación

La verdad va resplandeciendo día a día entre la ciudadanía pero no alcanza a ser oficial, lo que en los organismos internacionales se califica como delitos de lesa humanidad en España se sigue denominando cruzada para su salvación. La preconstitucional Ley de Amnistía de 1977 debe caer con el régimen del 78 que la hizo posible y la mantiene.

Ni olvido, ni perdón son posibles. El olvido no es posible porque sería una traición a la memoria de las victimas y el perdón sin justicia previa en cierta forma equivaldría al olvido. En lo que a mi respecta el perdón es implanteable, con justicia o sin ella.

Benito Sacaluga.





9 de octubre de 2014

UNA NEGLIGENCIA IMPERDONABLE



La negligencia criminal es un delito. Lo que hace que la negligencia criminal sea un crimen es la imprudencia del acto. La negligencia criminal por parte de las autoridades sanitarias equivale a una violación grave de los derechos humanos y de los derechos del paciente necesitado de ayuda médica.

En España, un país que está perdiendo la capacidad de asombro, los recientes hechos relacionados con el traslado desde África de dos personas infectadas por el virus Ébola horrorizan por la pasividad e indolencia oficial frente a un problema muy grave que parecía anunciado.

En un país donde el pisoteo de los derechos de los ciudadanos se ha vuelto como parte del mobiliario urbano, que vemos todos los días, aún hay hechos que nos causan especial estupor por la amoralidad que delincuentes y gobernantes de todas las escalas muestran por igual.

 En la foto Javier Rodriguez Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, uno de los máximos responsables junto con Mariano Rajoy, Ana Mato e Ignacio Gonzalez.


Es indiscutible la irresponsabilidad que ha mostrado el Ministerio de Sanidad, su negligencia en el tratamiento del problema. La permanencia en su puesto de Mariano Rajoy es simplemente inaceptable, intolerable para la sociedad española, y es así aunque la oposición política y los medios de información no lo exijan. Que dimita Ana Mato no es lo troncal, debe dimitir Rajoy y con él caerá la ministra y el resto de los responsables, Javier Rodriguez e Ignacio González incluidos, por supuesto. Las negligencias en la gestión de este Gobierno han quedado demostradas en múltiples ocasiones, lo mismo frente a desastres naturales que en lo relativo a accidentes en medios de transporte colectivo y en el tratamiento dado a diversas situaciones muy lamentables que están en la memoria de todos, así como su papel omiso para reparar los daños causados y asumir responsabilidades.

La estrategia adoptada por el Partido Popular, consistente en culpabilizar de la propagación del virus a la enfermera afectada, aparte de asquerosa, debe ser denunciada si más dilación ante los Tribunales de Justicia, en el Código Penal sobran supuestos y artículos para dar cuerpo a la querella.

De la propagación del virus el único culpable es el Gobierno, por  la imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de reglamentos y deberes que requiere el caso que nos ocupa, incluida la repatriación de los enfermos, raíz inequívoca del problema. El Gobierno es culpable, sin lugar a ninguna duda, por actuar imprudentemente y negligentemente, con atrevimiento en el caso de la repatriación y con descuido en el tratamiento de los enfermos y de las posibilidades de contagio. El descuido en el actuar, la omisión consciente, el descuido por impericia o dejar de cumplir un acto que el deber funcional exige, en materia penal es punible. 

Son ya demasiados los casos en que la responsabilidad del Gobierno ha quedado totalmente impune, recordemos por ejemplo el accidente del metro valenciano, el descarrilamiento del tren de Angrois, las muertes del Madrid Arena, la tragedia del Prestige o la barbaridad del Yak-42 y otras más que están en la memoria de todos, tragedias todas ellas responsabilidad del Partido Popular pero de las que finalmente han salido impunes. Que con la actual crisis del Ébola no pase lo mismo.

Si en esta ocasión vuelven a quedar impunes, si no son condenados por la justicia y pagan su culpa, si esto sucede y nos quedamos en un par de dimisiones, será cuestión de tiempo que nos veamos en otra situación parecida. El temor al castigo es lo único que quizás entiendan los políticos y quizás con ese temor comiencen a actuar de forma responsable, si siguen siendo impunes seguro que seguirán igual que hasta hoy.

Benito Sacaluga



8 de octubre de 2014

LA HISPANIDAD Y LOS CARROS DE COMBATE



El próximo domingo se celebran al menos cuatro cosas, a saber, el Día de la Hispanidad, (antiguo día de la Raza, en la dictadura hasta 1958) la Fiesta Nacional de España, la exaltación de la Virgen del Pilar y el descubrimiento de América. La ley 18/1987 es la encargada de regular la celebración de la  Fiesta Nacional, imagino que la Iglesia Católica dispondrá como se ha de exaltar a la Virgen del Pilar en toda España y el alcalde de Zaragoza hará lo propio con las fiestas en honor de su patrona. España es un Estado aconfesional que nunca ha dejado de ser católico. 

Centrémonos en la Fiesta Nacional atendiendo a lo dispuesto en la citada Ley, una de las leyes más escuetas y simples que existen en la legislación española. Se compone de un preámbulo de cinco pequeños párrafos y un único artículo que dice: 
"Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre"
En el texto que figura en la exposición de motivos que justifican la fiesta nos encontramos con lo siguiente:
"Sin menoscabo de la indiscutible complejidad que implica el pasado de una nación tan diversa como la española, ha de procurarse que el hecho histórico que se celebre represente uno de los momentos más relevantes para la convivencia política, el acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad nacional de ese pueblo". (¿?)
"La fecha elegida, el 12 de octubre, simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos".(¿?)
Una ley que oculta, en un país aconfesional desde 1978, las raíces religiosas de la celebración, promovida por el luego muy franquista Arzobispo Gomá, defensor de las ideas que Ramiro de Maeztu venia esgrimiendo desde 1931 a través de la revista "Acción Española" de marcado carácter conservador, católico-monárquico y doctrina anti-revolucionaria y en la que colaboraba asiduamente Calvo Sotelo. La primera celebración tuvo lugar en Madrid el 12 de octubre de 1935 y lo actos incluyeron un discurso de Ramiro de Maeztu en la Academia Española  sobre el Descubrimiento y la colonización de América. A la muerte de Ramiro de Maeztu , en octubre de 1936, volvió a publicarse en la zona rebelde su libro "En Defensa de la Hispanidad" y sus ideas se convirtieron en uno de los principales soportes ideológicos de los falangistas.

En definitiva, en realidad, lo que celebramos el próximo día doce es la Invasión y Colonización de América, a partir de las ideas, propuestas y disposiciones de: un noble, el Conde de Maeztu, opositor declarado a la República desde su partido politico Renovación Española, de Gomá un clérigo decididamente franquista, del dictador Franco y en última instancia de un rey impuesto, Juan Carlos I, tras su firma y rubrica de la Ley de 1987.

En la ley nada se dice sobre los actos a llevar a cabo el 12 de octubre. Es el Gobierno quien decide y desde siempre se ha decidido que debe llevarse a cabo un gran desfile militar, presidido por el Rey desde 1976. Un desfile donde se rinden muchos honores al monarca y ninguno a los hispanohablantes a quien se supone está dedicada la festividad. Tampoco se les rendirá ningún homenaje en el marco de la multitudinaria recepción que después del desfile se celebrará en el Palacio Real.

Nada veremos de actos culturales de relieve, todo se centrará en un desfile militar y en una recepción en un palacio siniestro. ¿De verdad es necesario un desfile, con lo que ello significa y lo que económicamente supone? ¿De verdad hace falta la ostentación de la recepción real? ¿ Tiene el Gobierno fuerza moral para exigir sacrificios a los ciudadanos mientras que monarcas, cortesanos, cortesanas y valídos provistos de sus mejores galas aplauden a un ejercito insolvente para después comer y beber en las dependencias palaciegas, todo a nuestra costa, tanques y canapés incluidos?

¿De verdad, no les da vergüenza?, o mejor dicho ¿Acaso tienen vergüenza? La invasión y rapiña de un continente entero, el genocidio cometido sobre sus poblaciones indígenas, (calificado por la monarquía como "período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos"), es ya de por si acreedor de una vergüenza sublime, el celebrarlo no tiene nombre y sacar los tanques a la calle solo trae malos recuerdos para los demócratas.

Benito Sacaluga.

7 de octubre de 2014

CARMONA CONTRA SI MISMO



Parece ser que no va a hacer falta esperar al resultado de las primarias para saber quien será el candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, entre otras cosas por que no se van a celebrar. La injusta barrera de los avales ha dejado fuera de combate a Enrique del Olmo,  al único adversario de Antonio Miguel Carmona. No deja de ser dramático para la democracia que en el PSOE madrileño solo dos personas estén dispuestas a ocupar la alcaldía de Madrid, quizás sea por que la dan por perdida, o quizás sea por que eso de las primarias en el PSOE no se lo creen ni los militantes.

Enrique Tierno Galván (1979-1986) el Viejo Profesor, primer alcalde de Madrid por el PSP (Partido Socialista Popular) elegido mediante elecciones democráticas homologables a las de los estándares europeos. Erradicador del chabolismo en muchas barriadas periféricas, sociólogo, jurista, traductor y otras muchas cosas, supo sacudir a la ciudad la caspa que llevaba almacenada de demasiados años atrás.

Carmona ha reunido unos 2.500 avales de entre los militantes con carnet del PSOE en Madrid, aproximadamente un 40% del total posible, lo que viene a decirnos que el 60% de la militancia socialista madrileña o no está de acuerdo con que sea Carmona el elegido o les importa un pito quién les represente en el Ayuntamiento de la capital de España. También es posible que de ese 60% anticarmona muchos ya hayan decidido que van a romper el carnet o guardarlo en un cajón.

El candidato Carmona lo es gracias a sus apariciones diarias en las tertulias televisivas desde que hace ocho años o más se diera a conocer en "El Gato al Agua" emitido por Intereconomía, tertulia en la que se enfrentaba sin argumentos pero con mucho "talante" a los representantes de la derecha más casposa mientras se miraba en el monitor y se atusaba el pelo, al mismo tiempo que alababa al contertulio Mario Conde y viceversa. Infinitas apariciones televisivas que le impedirán arremeter contra Pablo Iglesias y mucho más llamarle "telepredicador", tal y como hace Floriano desde su impotencia.

Desde sus apariciones en Intereconomia, Carmona se ha convertido en un actor omnipresente en todas las televisiones del país, especialmente en las adjudicadas a dedo (digitales) y en las públicas, ahora que es candidato a la alcaldía de Madrid también saldrá en los telediarios y no descarto que hasta en los programas futboleros. Tampoco descarto, y creo no equivocarme, que guardará su  corbata de seda en la guantera del coche y públicamente, mitineramente, aparecerá en mangas de camisa, como su jefe, hay que reconocer que Pablo Iglesias marca tendencia al igual o más que los que viven de la aguja y las pasarelas.

No solo se limitará Carmona a imitar a Iglesias en su indumentaria, también  lo hará en las ofertas políticas, sociales y económicas, lo malo para Carmona es que sus ofertas, las del PSOE, son unas ofertas de fuera de temporada, unas ofertas de rebajas obligatorias, por no decir de liquidación, ante la escandalosa pérdida de votos que padecen los socialdemócratas españoles por culpa de un señor que esta diciendo ahora, más o menos, lo mismo que Felipe Gonzalez y Alfonso Guerra en los años setenta del siglo pasado, y además de la misma forma, cara a cara con el pueblo..., y el pueblo se está poniendo masivamente de su lado.

En otra cosa también coincide Carmona con Iglesias, las posibilidades de ambos lo son gracias a la infame gestión del Partido Popular, tanto en el Gobierno central como en el Ayuntamiento madrileño. Lo de Ana Botella es sencillamente insuperable, es imposible hacerlo peor a no ser que se nombre a José LuisTorrente jefe de la policía municipal.

Una cosa si ganaremos los españoles si finalmente Carmona consigue la alcaldía de Madrid, y esa cosa es que dejaremos de verle en las teles intentado justificar lo injustificable, lo que ha hecho y hace su partido, al mismo tiempo que no cesa de recordarnos lo que el PSOE hizo el siglo pasado y también al mismo tiempo que esconde el zapaterismo como si de una fea cicatriz se tratara. Si Carmona quiere que le voten, al igual que el PSOE deberá cambiar el discurso y lo que es más difícil, hacerlo creíble, y para ello tendrá que luchar contra si mismo y su pasado.

Si las cuentas no me fallan, desde la última vez que la alcaldía de Madrid estuvo en Manos del PSOE han pasado 23 años, casi un cuarto de siglo. En las últimas celebradas (2011) el PP de Ruiz Gallardón consiguió el doble de votos que el PSOE y eso a pesar de que Madrid estaba hecho unos zorros y sus arcas arruinadas, el efecto Zapatero se dejó notar y mucho, fue decisivo, de lo mismo se aprovechó Rajoy. Según esto de nada le valdrá esforzarse a Carmona si Pedro Sánchez no acaba de convencer de aquí a mayo de 2015, y no solo tiene que convencer, tiene que convencer más que Pablo Iglesias, difícil lo tienen los dos, por el momento Iglesias va ganando por goleada y aún se esperan más goles, muchos más. Una sugerencia si quiero trasladarle a Carmona para su programa electoral, y es que proponga ya la anulación de las ventas efectuadas por la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo a empresas buitre. ¿A que no hay huevos?

Benito Sacaluga


6 de octubre de 2014

FELIPE VI Y LA HISTORIA COMÚN



Felipe V y su modesta familia en el salón
de cualquier casa española de la época.
Desde que Felipe VI fue colocado en el Palacio de la Zarzuela, investido de todos los honores y dotado de todos los privilegios que ya disfrutaba su padre, han sido varias las ocasiones en las que se ha visto en la obligación de pronunciar discursos, hablando en plata "de darnos la charla". En poco o nada se diferencian unos discursos de otros. Los que se los redactan deberían esforzarse un poco más, bastante más, y los asesores de imagen del nuevo monarca, con su esposa  a la cabeza, deberían obligarlo a tomar clases de dicción, expresión corporal y esas otras cosas tan necesarias para que el que no dice nada parezca que dice algo. Guardemos el discurso recién pronunciado en la entrega de los Premios Cavia de Periodismo que deciden en el ABC y comparemoslo con el que se presume que pronunciará en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, o para hablar con más propiedad de los Premios Princesa de Asturias, y comprobaremos como son un calco tuneado.  Unos discursos y un comportamiento que me recuerdan a los de José Bonaparte, rey de España por abdicación de los borbones (1) y el dedo imperial de Napoleón, centrado en hacerse simpático en Madrid para ganarse el favor popular, que daba fiestas, sonreía a todas horas y por cualquier motivo soltaba largos discursos que hacían contener la risa a los que, obligados, le escuchaban. Unos comportamientos y unos discursos de José Bonaparte que los españoles cortaron de raíz venciendo y humillando en Bailen a las tropas de su hermano Napoleón, poco después de que miles de madrileños dieran su vida luchando en las calles contra los invasores en un inolvidable dos de mayo y días posteriores.

Siguiendo con esto de las similitudes, no está de más recordar la soledad de las calles madrileñas al paso de Felipe VI camino del Palacio de las Cortes el día de su ascenso al trono. Las calles estaban vacías, tan vacías o más que cuando José Bonaparte llegó a Madrid, seguido de una escolta que más que honrarle, le defiende, y observa que las calles están vacías, que nadie sale a aclamarlo, que a pesar de que los franceses y afrancesados han dado orden de poner colgaduras en los balcones apenas se pueden ver algunas. Hasta tal punto fue el desprecio de los madrileños que el "rey" le comentó a uno de sus escoltas: "Madrid es una ciudad sin gente".

Resulta estremecedora la semejanza que existe en el tono y la entonación de las charlas de Felipe VI con las que nos daría cualquier cura desde su púlpito. El mismo tono de voz y la misma hipócrita actuación. Para que el parecido sea perfecto solo le falta que al terminar su perorata dijera eso de : "Ir en paz".

Oír en boca de Felipe VI la palabra "libertad" cuando desde que nació fue un súbdito de Franco, criado y educado "a la orden de..." resulta cuando menos hilarante. Él renunció a defender la verdadera libertad a cambio de una vida regalada y un principado y ratificó su renuncia cuando un día desfiló en el Rolls Royce de un dictador camino de su particular Notre Dame, un camino hacia la corona, pero al contrario que Napoleón, que lo hizo para coronarse emperador y así distanciarse del antiguo régimen y romper con la herencia de la Casa de Borbón, Felipe lo hizo para preservar el régimen que Franco diseñó y para perpetuar esa extranjera Casa de Borbón en una España que rezuma republicanismo. Felipe VI no puede hablar de Libertad, el concepto que tiene de ella es el mismo que el de aquel nefasto gallego que se empeñó en que España fuera "Una, Grande y Libre" aunque los españoles fuéramos muchos y reprimidos al límite. De joven nunca conoció otro significado de la palabra libertad, solo la versión de la dictadura, y ahora su reinado se basa en que los españoles carezcamos de ella para decidir que clase de Estado queremos y quien ha de ser el Jefe del Estado.

Bien sabemos todos que Felipe VI no tiene ni voz ni voto en los asuntos de gobierno, se le aplica y él acepta el humillante precepto del "come y calla". Si respeta la ausencia de voto bien podría hacer lo mismo con la voz y así ahorrarnos la vergüenza de escucharle, a la vez que el importe de su smoking y los trajes de alta costura de su esposa. Pero no lo hará, y no porque no lo esté deseando, sino por que no le dejan, él preferiría reinar como lo hizo su padre, que solo en Navidad nos daba la charla para decirnos que lo que debemos hacer es (sic) "tirar del carro". Ya sabemos todos que la corona "no puede hacer nada" para aliviar la situación laboral de una española de a pié con sus pies, los dos, en el paro (palabras de la Reina), pues claro que no, ni por ella ni por nadie que no sean sus cortesanos, nobleza obliga, aunque como en el caso de los borbones sea una nobleza de ese genero chico, de zarzuela, ni siquiera de opereta francesa como les correspondería. Yo me pregunto en que estaba pensando Felipe VI cuando en su último discurso dijo eso de (sic):   Apoyarnos y enriquecernos mutuamente desde una historia común, y no lo digo por lo del enriquecimiento, que bien podría pero hoy me abstengo, me quiero referir hoy a eso de la "historia común", palabras que pronunciadas por "Su Majestad" son un insulto a cientos de miles de españoles que dieron su vida por la República mientras su abuelo pedía a Franco un puesto en la Armada sublevada, puesto que el dictador le negó entre risas y exabruptos. De historia común nada. En todo caso historia compartida desde la coetaneidad de los hechos.

Los españoles de a pié no hemos pasado la infancia en palacios, no hemos recibido las caricias del dictador, ni a ninguno nos han regalado nada, a Felipe VI le han regalado un trono. De historia común nada. Los españoles de a pie no hemos derogado una Constitución como hizo su antepasado Fernando VII. Tampoco hemos dilapidado el dinero de nadie en orgías palaciegas como su nada lejana antepasada Isabel II, tampoco hemos cazado elefantes como su padre, tampoco hemos hecho "viajes privados" con una princesa que no lo es, como su padre, y tampoco hemos sido agasajados en palacios árabes, tampoco hemos..... De historia común nada. Tampoco las diferentes regiones que hoy conforman esta España tienen una historia común, si a eso se quería referir el rey en su discurso demuestra un perfecto desconocimiento de la historia de España, aparte de un gran desprecio por la individualidades de sus antiguos reinos, de sus regiones y de su atribulada historia. De historia común nada. Si acaso juntos, pero nunca revueltos, y si juntos nunca a la fuerza.

Algo si ha sido común a todos los españoles y ha sido el tener que soportar a la Casa de Borbón desde hace exactamente 314 años, que no es poco tiempo, ni pocas las desgracias que nos han supuesto sus reinados, intrigas, guerras de sucesión, directorios militares, protección a ultranza del catolicismo, pérdida total de las colonias y vergonzosos comportamientos personales. Sí, 314 años desde que Philippe de Bourbon, duque de Anjou, nacido en Versalles como segundo de los hijos de Luis, Gran Delfín de Francia y de María Ana de Baviera, fuese coronado como Felipe V rey de España.

Ya acabo, solo por si alguien le cuenta a Felipe VI algo de lo anterior, rogarle que me hiciera el favor de decirle a Su Majestad que una cosa es "su" historia de España y otra historia la de los españoles, y que la España de hoy no es una unidad formada por sus pueblos, es un conjunto de ellos, como debe ser y solo ser hasta que libremente alguno de ellos quiera bajarse del tren.

Benito Sacaluga.



(1) En marzo de 1808 tuvo lugar la revuelta de la servidumbre y los oficiales en la residencia del rey en Aranjuez. Forzado por su guardia personal, Carlos IV tuvo que ceder la corona a su hijo, Fernando VII, quien ya había intentado dar un golpe similar cinco años antes en El Escorial. En mayo siguiente, tras la ocupación de España por las tropas del Emperador de todas las Francias, Napoleón Bonaparte, Carlos IV y Fernando VII fueron enviados a la localidad francesa de Bayona. Allí el emperador obligó a Fernando VII a devolver la corona a su padre quien a su vez fue obligado a abdicar en Napoleón. Dos días después el emperador se la cedía a su hermano, José, quien sería rey de España hasta 1814.

La abdicación es una costumbre digamos que bastante habitual en la Casa de Borbón:


  • El primer Borbón, Felipe V, cedió la corona a su hijo Luis I de España hasta que una viruela se lo llevase por delante y Felipe V se vió obligado a sentarse nuevamente en el trono de España.
  • Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII.
  • Fernando VII es obligado por Napoleón a abdicar en su padre, Carlos IV, y este en Napoleón, quien a su vez cede la corona a José Bonaparte.
  • Isabel II abdicó en su hijo, Alfonso XII.
  • Alfonso XIII "abdica" (es expulsado de España), la Junta Republicana asume la Jefatura del Estado.
  • Juan de Borbón abdica en su hijo Juan Carlos I, obligado por el dictador Franco.
  • Juan Carlos abdica, obligado, en su hijo, Felipe VI.
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5 de octubre de 2014

NOTAS SOBRE LA REBELIÓN MILITAR DE 1936



Los historiadores franquistas nunca se han cansado de repetir, en la actualidad lo siguen haciendo, que la rebelión militar de 1936, a la que ellos siguen llamando Alzamiento Nacional, fue como consecuencia de las continuas revueltas y asesinatos que según ellos asolaban España y que la república consentía, Todos también coinciden que el asesinato de Calvo Sotelo fue la gota que colmó el vaso. Conviene pues, al menos, acudir a fuentes independientes y solventes si lo que queremos es saber las razones que provocaron, ni más ni menos, una guerra civil entre españoles.

Según Herbert R. Southworth, historiador estadounidense especializado en la Guerra Civil española, los motivos fueron bien diferentes y así lo manifestaba ya en los años 60. Dada la contundencia de sus escritos la dictadura de Franco en 1963 creó un departamento especial para contrarrestar los efectos subversivos de la obra de Southworth. Sus obras atacaban con tanta fuerza la compleja justificación que efectuaba la dictadura sobre su propia existencia que todo esfuerzo por parte del régimen para impedir que dichas obras penetraran en España se consideraba insuficiente. La narración sesgada de la historia reciente de España que se utilizaba para reivindicar un régimen brutal dejó de ser sostenible como consecuencia de los escritos de Southworth. 

Sobre la tan manida historia de la muerte de Calvo Sotelo y su connotación como detonante de la Guerra Civil, nos dice Southworth:

Los crímenes más espectaculares de este periodo, como muestra Ramos Oliveira, procedían de la derecha. El 14 de abril una bomba explotó bajo la tribuna donde el presidente y el gobierno español al completo presenciaban el desfile del aniversario de la República, el 12 de marzo se organizó un atentado para matar a Jiménes de Asúa, el vicepresidente socialista de las Cortes (la persona que iba con él murió); colocaron una bomba en la casa del abogado republicano Eduardo Ortega y Gasset; dos editores republicanos fueron asesinados; un juez que había condenado a un asesino fascista fue asesinado.

Durante este periodo, cuando Gil-Robles y Calvo Sotelo denunciaron los desordenes, ninguna personalidad importante de la derecha fue molestada. Entonces los asesinos atacaban a los "guardias de asalto", cuerpo muy conocido por sus simpatías republicanas. En mayo, asesinaron a un capitán mientras paseaba al lado de su mujer. El 12 de julio, el teniente Castillo fue asesinado y la muerte de Calvo Sotelo sucedió de inmediato. Lunn y sus compañeros de propaganda franquista pretenden que la muerte de Calvo Sotelo, según la frase de Gil Robles, "...fue la chispa que encendió la indignación nacional". Wibston Churchill muy mal informado de los sucesos españoles, escribió: "Este crimen fue la señal de acción para los generales del Ejército". Winston Churchill compara a Calvo Sotelo con sir Edward Carson, que era un firme defensor de los irlandeses protestantes de Belfast contra la Home Rule, antes de la guerra de 1914. pero sir Edward nunca complotó con el Ejército para derribar al gobierno, como hizo Calvo Sotelo.  

No hubo "indignación nacional" tras el asesinato de Calvo Sotelo, porque no era un jefe popular. Su feudo politico era la provincia de Orense, controlada notoriamente por los caciques, y es lícito dudar que pudiese ser elegido en unas elecciones libres en ninguna parte de España. Fue el profeta del régimen corporativo -la democracia orgánica de Franco- en el cual la maquinaria electoral está organizada para impedir la expresión de la opinión popular.

Sigue Southworth aclarándonos la realidad de Calvo Sotelo: Era enemigo del sistema parlamentario y del sufragio directo, porque, razonando correctamente desde su punto de vista, pensaba que unos candidatos con su forma de pensar jamás podrían ganar unas elecciones populares.

De modo que no fue este asesinato el motivo de la rebelión de los militares. Las numerosas obras publicadas en la España franquista sobre los preparativos de la rebelión demuestran que algunos de los proyectos de la rebelión se iniciaron incluso antes de la victoria del Frente Popular y por lo tanto no eran consecuencia de los disturbios que sucedieron a las elecciones. Esto es especialmente válido para los carlistas. Las fuerzas armadas se organizaron en torno a la Unión Militar Española para preparar una rebelión. Los falangistas se declararon dispuestos también a participar en una rebelión el 16 de julio de 1935.

Calvo Sotelo fue a Roma en 1933, para visitar a Mussolini con objeto de solicitar ayuda diplomática y militar en vistas a una posible rebelión. La verdad es que la derecha española jamás aceptó la República y esperaba desde el 14 de abril de 1931 el momento de sublevarse. La derecha confiaba firmemente en ganar las elecciones de 1936 y cuando las perdió, sus principales representantes: Gil Robles por la Iglesia, el general Franco por las Fuerzas Armadas y Calvo Sotelo por las finanzas y los terratenientes, empujaron por separado al primer ministro Portela Valladares a desafiar el resultado de las elecciones y a declarar el estado de guerra. La intervención de Gil Robles está demostrada. El propio Gil Robles formuló su voluntad de cometer un acto inconstitucional en una entrevista concedida al corresponsal portugués Armando Boaventura. Gil Robles le dijo al periodista que, cuando Alcalá Zamora le informó en diciembre de 1935 de que iba a disolver el Parlamento y convocar elecciones , se produjo una violenta escena entre ellos dos. Gil Robles regresó a su despacho, al Ministerio de la Guerra, llamó a los generales Franco, Goded y Fanjul y les dio a conocer la situación: "Inmediatamente les dije que mi opinión era que el Ejército, que los tres ilustres jefes militares representaban válidamente, que tenían que tomar el poder y dar un golpe de estado".La proyectada revuelta se habría producido más o menos igual, hubiese sido asesinado Calvo Sotelo o no. 

La dirección del complot militar estaba en manos del general Mola en Pamplona y tenemos en nuestro poder tres libros escritos por personas estrechamente relacionadas con el desarrollo de la conspiración. José María Iriibarren, secretario de Mola, describió la reacción de este cuando se enteró del asesinato de Calvo Sotelo. Su reacción fue simplemente: "Tengo miedo de que si no actuamos con rapidez, no desencadenaremos nunca el Movimiento". Feliz B. Maíz cuenta que la reacción de Mola ante estas noticias fue ordenar simplemente medidas de precaución para evitar todo acto impulsivo susceptible de estropear los planes cuidadosamente concebidos para la sublevación, Maíz escribió en su Diario el 10 de julio: "Podemos estar seguros de que la sublevación se producirá dentro de diez días". Lizarra Iribarren indica que el asesinato de Calvo Sotelo no afectó para nada los proyectos de los conspiradores. Lo que estorbó su progreso fueron los desacuerdos entre Mola y los carlistas que se iniciaron el día 12 y no terminaron hasta el 15 de julio, cuando los carlistas dieron la orden de dar una ayuda total al complot militar.

Douglas Jarrold, el inglés católico fanático que fletó el avión inglés que condujo a Franco desde las Canarias a Marruecos, había terminado la elaboración de los planes que preveían el viaje aéreo cuatro días antes del asesinato de Calvo Sotelo y el avión abandonó Inglaterra dos días antes de su muerte.

Benito Sacaluga


Recordando a Herbert Southworth

Herbert Southworth




Texto en cursiva: El mito de la cruzada de Franco. Pgs: 337 a 340. Herbert R. Southworth (1964). ISBN:978-84-8346-575-5


3 de octubre de 2014

LA MEMORIA HISTÓRICA, RAJOY Y EL FRANQUISMO




A nadie puede engañar el PP en el tema de la Memoria Histórica. Un año más la ley (LMH) queda sin presupuesto, sin dotación económica en los Presupuestos Generales. Antes de llegar al poder Rajoy ya anticipó que no iba a dar ni un solo euro para que esta Ley pudiese cumplirse. Ya en 2007, recién aprobada la ley, prometió derogarla cuando llegase al poder, finalmente, de momento, no la ha derogado pero la ha dejado sin presupuesto desde que llegó a Moncloa, que para el caso es lo mismo, y suprimió la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, encargada de coordinar las exhumaciones de los restos de los desaparecidos.

La escusa esgrimida de la situación económica no tiene defensa alguna, máxime si tenemos en cuenta las subvenciones que se dan cada año a "fundaciones" como FAES (758.000 euros) o la Pablo Iglesias del PSOE (405.000 euros). Si lo anterior no es suficiente, por poner otro ejemplo de los muchos que hay, para nada influye la crisis en la donación anual (con dinero de todos) a la Iglesia Católica, una donación con la que con el importe de un solo mes ya se supera el total recibido por la LMH desde 2007, en siete años.

Quiero incidir también en mi rechazo total a la repugnante calificación como "ayudas" a las victimas, de un dinero destinado a cubrir unos gastos de exhumación e identificación que deberían correr íntegramente a cargo del Estado, ya que es el Estado el responsable de hacer justicia y reparar los daños ocasionados por esa España que lo sigue siendo.

Buena parte de la opinión pública se manifiesta en contra de destinar partidas económicas para un asunto al que incluso califican de no solo innecesario, sino también de suponer la apertura de unas heridas que deberiamos haber cerrado en 1978. Los que esto predican no se encuentran entre los herederos de las victimas, la mayoría se encuentran entre los herederos de los verdugos. Cuarenta años tuvo el franquismo para hacer "justicia" a sus victimas, todas fueron reconocidas y sus herederos y familias debidamente pensionados por el Estado, incluso haciéndoles merecedores de ciertos privilegios de todo tipo. Unas pensiones y unos privilegios que pagamos entre todos los españoles. No parece pues razonable que hoy se obstaculice a los herederos de las víctimas republicanas de la guerra civil y del franquismo al menos la posibilidad de dar digna sepultura a sus antepasados. Hacerlo como lo hace el Partido Popular si que , desde luego, supone no ya la apertura de heridas, sino aumentar la ya de por si extrema gravedad de las mismas.

El borrón y cuenta nueva que supuso la vergonzosa Ley de Amnistía, convirtiendo a los asesinos en intocables ante la justicia, para nada impide que el daño causado por ellos se repare en la medida de lo posible. Es más, en dicha Ley se debería haber incluido el reconocimiento a las victimas, su localización, exhumación e identificación, que menos a cambio de "archivar" cientos de miles de crímenes. Si me apuran, los llamados padres de la Constitución, teniendo en cuenta de donde veníamos y venimos, bien podrían haber articulado en su texto los derechos de esas victimas que lo fueron y que lo siguen siendo. Pero no,  ni una cosa ni la otra, tuvimos que esperar 30 años desde el perdón oficial a Franco y a los franquistas para que el PSOE sacara adelante la Ley de Memoria Histórica, una ley con muchas carencias y errores pero que al menos promovía, entre otras cuestiones, la dignificación de los injustamente asesinados y hechos desaparecer.

El Partido Popular luchó con todas sus fuerzas para que la LMH no viera la luz, una vez aprobada sigue luchando con todos los medios a su alcance para que no se cumpla, no ya en lo relativo a las exhumaciones sino también en lo que atañe a la provocadora presencia en nuestras calles y edificios de los más rancios símbolos de la dictadura, símbolos que son ilegalmente protegidos por aquellos alcaldes nostálgicos del franquismo que abundan y mucho en las filas del Partido Popular y casos aislados entre los del PSOE como el del alcalde de Vigo.

Desde mi ignorancia jurídica me atrevería decir que el Gobierno que preside Rajoy está cometiendo un delito de prevaricación cuando impide que una ley se pueda desarrollar y cumplir sin más motivos que sus propios intereses. Acudir a la falta de medios económicos es una escusa burda. La dotación inicial que el PSOE fijó para esta ley en 2008 fue de 6 millones de euros, una cantidad que hoy representa escasamente un 0,6% de los presupuestos generales, dotación sobre la que se pueden admitir recortes en base a la situación económica, pero que de ninguna manera dichos recortes pueden ser del 100%.

Una actuación, la del Gobierno de Rajoy, que no puede ser más que el fruto de su vocación franquista, tardofranquista o neofranquista, no hay otra explicación posible. Los organismos internacionales condenan unánimemente que aún hoy en día existan fosas comunes repartidas por toda la geografía española y de forma contundente exigen al Gobierno español que se ponga fin a esta situación. La respuesta del Gobierno ha sido, una vez más, dejar la LMH sin dotación presupuestaria. Para ellos las victimas republicanas de la guerra civil no existen. Existen para ellos las de ETA, las del 11M..., producto de acciones terroristas, pero no las provocadas por el franquismo en ejercicio de un autentico terrorismo de Estado que se prolongó durante 40 años vulnerando desde principio a fin la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Ante este nuevo agravio ¿que debemos hacer? ¿Callar y padecerlo?. Desde 2011 un pequeño grupo de ciudadanos se reúnen cada jueves en la Puerta del Sol de Madrid manifestándose por la impunidad de los crímenes franquistas, reclamando justicia y reparación para las victimas, apenas un par de docenas de personas pidiendo justicia para cientos de miles de españoles. Nadie les hace caso, pero desde sus convicciones y su inalterable memoria saben que son necesarios, que son todo un ejemplo moral y así, con su tenacidad, hacen realidad la frase de Bertolt Brecht:
"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles".
Las calles españolas no exigen que la LMH se cumpla, Hay "mareas" que justamente reivindican derechos y libertades de todo tipo, pero ninguna que reclame la dignificación de los republicanos arrojados a fosas comunes y cunetas con un tiro en la nuca. La solidaridad con estas victimas simplemente no existe. Los medios de comunicación callan, los políticos también. Solo los descendientes de las víctimas luchan a través de las asociaciones para la Memoria Histórica (con mayúsculas), una lucha que ya debería haber terminado y que se presume interminable.

Si las fuerzas políticas de la oposición lo estiman "conveniente" bueno sería que por todos los medios a su alcance forzaran al Gobierno a incluir la dotación para la LMH en los presupuestos que se están debatiendo en el Congreso, no hacerlo les convierte en cómplices de esta, para mi, prevaricación.

Benito Sacaluga.