19 de febrero de 2014

LOS BROTES ROJOS






Mientras que la situación empeora día a día para las familias, nos vemos obligados a asistir a lamentables espectáculos de manipulación de los datos económicos. Una manipulación que tiene como objeto el conservar el electorado al que el Partido Popular engañó en 2011. Todo el mundo sabe que la economía española a nivel real aún está muy lejos de tocar fondo y que cuando lo haga será para mantenerse en él, pero el gobierno tiene que negarlo sistemáticamente aunque nuevamente vuelva a ser necesario acudir al engaño.

Todas las cifras son manipulables pero si estas se componen de trece dígitos o más la manipulación es mucho más sencilla. Ante la inmensidad del dato objetivo es cómodo y fácil contraponer datos relativos que nos puedan dar, y esa es la idea, una percepción equivocada de la realidad. Que nos hablen del 1 % del PIB nos puede parecer insignificante, no así si el dato se nos facilita mediante la expresión de lo que ese porcentaje realmente representa. En nuestro caso y según datos aún provisionales el 1% de nuestro PIB representa exactamente 10.223.870.281,77 de euros, o lo que es lo mismo 1.701.108.880.701,75 de las antiguas pesetas. También el euro, los datos en esta moneda, juega en nuestra contra a la hora de la percepción real de las cifras, de su magnitud.

Datos manipulados e indicadores debidamente seleccionados son los instrumentos que el gobierno utiliza para disfrazar una gestión económica desastrosa. Cifras soltadas alegremente ante los medios de comunicación sin más explicaciones.

Hace días que el Banco de España publicó los datos de morosidad de las entidades financieras españolas al 31 de diciembre de 2013, es decir el importe total de las operaciones de crédito a particulares y empresas que dichas entidades califican como de difícil o imposible cobro a causa del impago reiterado de sus vencimientos. En un ambiente de recuperación como el que el gobierno nos asegura, sería lógico que la morosidad bancaria presentase síntomas de disminución y también que el crédito experimentase un cierto crecimiento. Nada más lejos de la realidad. El gobierno no habla de estas cifras y lo hace sabiendo que las mismas son un excelente barómetro de la situación de la economía real, una situación desesperada que el gobierno se niega a reconocer públicamente, mientras prepara nuevas medidas fiscales que la deterioraran aún más, a cambio de arañar algunas décimas en un déficit publico de cuyo importe son ellos los únicos responsables, al igual que lo son de la galopante deuda publica en la que han sumido al país.

Tomando como referencia los datos relativos al 31 de diciembre de 2011, fecha de la llegada del PP al poder y el 31 de diciembre de 2013, último dato publicado por el Banco de España, podemos ver el grave deterioro que presenta la economía real y la necesidad de estar preparados ante una nueva crisis de nuestro sistema financiero, crisis a la que sin duda y al igual que en las anteriores el gobierno del PP remedará con nuevas inyecciones de dinero público, de ese dinero de todos que además no tenemos y que se obtendrá vía endeudamiento, al mismo tiempo que trataran de convencernos de que no afecta al para las familias inútil dato del déficit.

MOROSIDAD ENTIDADES FINANCIERAS ESPAÑOLAS

Datos en millones de euros:

                                                2011       %/Cartera      2013       %/Cartera      Variación
CARTERA DE PRESTAMOS            1.782.554                      1.448.223                          - 334.331
MOROSIDAD                                       139.760        7,84 %      197.045        13,61 %        5,77 %


Como podemos ver la morosidad ha aumentado tanto en términos absolutos, como en relativos sobre el importe total de la cartera de préstamos. En términos reales el importe de la morosidad de 2013 es un 40,99 % superior a la que había en 2011, si bien en términos comparativos con la cifra de total-cartera el porcentaje de aumento sea de un 5,77 %. Igualmente podemos constatar que la cartera de préstamos al 31 de diciembre de 2013 es inferior en más de trescientos treinta mil millones a la existente a finales de 2011. Cifras incontestables que nos indican que los préstamos no se pueden pagar y que el crédito lejos de crecer se ha contraído en un 18,76 % con respecto al vivo a finales de 2011. Unos auténticos "brotes rojos" sobre los que el gobierno no se ha pronunciado y, tristemente, tampoco la oposición. Una morosidad que tras la cesión de activos tóxicos al estatal banco malo (Sareb) sigue en niveles insostenibles, lo que nos hace pensar que su volumen ha sido y sigue siendo manipulado a la baja por las entidades financieras, entre otras cuestiones para aligerar el importe a efectuar en concepto de provisiones y además de que así sus balances ofrezcan una adecuada aunque irreal solvencia. Una morosidad que asciende a la astronómica cantidad de Ciento noventa y siete mil millones de euros y de la que únicamente el 50% está soportada por garantía real (hipotecaria), y el resto (90 mil millones) encuadrados en un riesgo con garantías de muy difícil ejecución.

En términos absolutos, con una caída de las "ventas" (créditos vivos) de un 18,76% y un aumento de la cifra de impagados de un 40,99 % cualquier empresa se vería obligada a cerrar sus puertas, no así los bancos ya que la mano del gobierno compensa estos escandalosos datos con la constante emisión de una deuda pública (227 mil millones de euros más que en 2011) en la que los bancos encuentran el refugio para su supervivencia, junto a un desmesurado e incontrolado cobro de comisiones, y mano que también estará presta para salir en su ayuda "vía rescate" si fuese necesario, que lo será. "Quid pro quo".

Benito Sacaluga




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