11 de enero de 2014

CORNUDOS Y APALEADOS




Un día después de Navidad, el 26 de diciembre, el Boletín Oficial del Estado recogía un nuevo cambio en la regulación de la condición de asegurado para acceder a las asistencia sanitaria. En plenas fechas festivas, se supo que a partir del 1 de enero de este año serán asegurados los residentes en España, con la salvedad de que no podrán superar 90 días de estancia en el extranjero a lo largo de cada año natural. Así las cosas aquellos españoles que han tenido que emigrar en busca de un puesto de trabajo el uno de abril de 2014 se quedan si derecho a la asistencia sanitaria en España.

Sorprende que aún hoy 11 de enero en la web de la Seguridad Social aún se pueda leer lo siguiente:
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es el documento personal e intransferible que acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias, desde un punto de vista médico, durante su estancia temporal por motivos de trabajo, estudios, turismo, en el territorio de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo y en Suiza, teniendo en cuenta la naturaleza de las prestaciones y la duración de la estancia, de acuerdo con la legislación del país de estancia.
y sorprende porque para nada hace alusión a su caducidad en tres meses.

Una decisión criminal para aquellos emigrantes que han viajado en busca de trabajo y no lo han conseguido aún, para aquellos a los que se les ha terminado el contrato y siguen en el extranjero a la espera de otra oportunidad y para aquellos que aún estando trabajando en el extranjero las condiciones del contrato o la legislación del país en cuestión no contempla el derecho de asistencia sanitaria integral. En cualquier caso los más perjudicados son los investigadores y estudiantes españoles que pasan largas temporadas, o años, en países de la UE en los que no cotizan a la Seguridad Social de esos respectivos países. La justificación que da este Gobierno para adoptar la medida se basa en acabar con ciertos "abusos" ¿?.

Este es el trato y la ayuda que el canalla de Rajoy da a los jóvenes españoles, y a los no tan jóvenes, que no han tenido más remedio que salir de su país para poder acceder al puesto de trabajo que España les niega.

Una canallada que lógicamente ha llamado la atención en Bruselas y que ha sido objeto de una interpelación por parte del eurodiputado de IU,Willy Meyer, dirigida a la Comisión Europea. Meyer se interesó por la legalidad de dicha medida, adoptada por el Ministerio de Empleo español que dirige Fátima Báñez y denunciando que: 
"La medida afectará a los desempleados y trabajadores precarios que tarden más de tres meses en encontrar trabajo en un país extranjero, ya que los dejará absolutamente desprotegidos".
Según el eurodiputado de IU, la iniciativa de Empleo supone "un atentado contra el derecho fundamental a la salud de los emigrantes, y viola la legislación europea en dicho ámbito", insistiendo en que "los tratados de la UE buscan garantizar los derechos de los europeos en todos los estados miembros, algo que en el área sanitaria está regulado en un reglamento sobre coordinación de sistemas de Seguridad Social".

Como efecto colateral negativo de la cruel medida, nos encontramos con que un emigrante de nacionalidad española, en caso de necesitar una atención médica importante dentro de las especialidades en las que España está a la cabeza, no lo podrá hacer, a no ser que abandone su trabajo en el extranjero y volviera a España para...........apuntarse en el paro.

Si cruel es la medida del Gobierno que preside el mentiroso crónico que es Mariano Rajoy, no lo es menos la reacción del principal partido de la oposición, que de momento se ha limitado a decir que "no lo tiene claro".

Nada le importa a este esperpento de persona que es Rajoy, que los euros que los emigrantes ganan en el extranjero sean gastados por su familias en España. Un factor más para maquillar sus cifras económicas. Su tan cacaraeado, y falso, repunte del consumo.

Otra medida injusta más que desprende un olor nauseabundo a connivencia con los intereses de aseguradoras médicas privadas, único recurso para aquellos que queden desprotegidos por el Estado, por un Estado que se ha convertido en un club financiero de la derecha más agresiva.

Realmente hay que reconocer que o bien Rajoy es un portento de valentía o un ignorante. Está continuamente provocando el estallido social y cada día que pasa está más cerca de conseguirlo, razones sobran.


Benito Sacaluga

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