25 de diciembre de 2013

EL REY ESTÁ PREOCUPADO







Si algo podemos sacar en claro del discurso del rey es que todo va a seguir igual. Las mismas frases grandilocuentes que todos los años pronuncia y la nula asunción de compromisos. Café para todos. Solo dos cosas han cambiado, si otros años la soberbia real quedaba implícita, este año se ha explicitado, su tono de voz al referirse a si mismo se elevaba notoriamente para así despejar las posibles dudas sobre su real autoridad, el otro cambio ha consistido en que la reina ha quedado huérfana de citaciones.


De algo si nos hemos podido enterar, y es de que el rey por fin se ha dado cuenta de que la sociedad española está harta de esperar a que la verdadera transición se lleve a cabo.
 "Sé que la sociedad española reclama hoy un profundo cambio de actitud y un compromiso ético en todos los ámbitos de la vida política, económica y social que satisfaga las exigencias imprescindibles en una democracia"
Ha tardado pero al final ha visto la luz, aunque su reacción haya sido apagarla de forma inmediata para volver a dejarnos, otra vez más, a dos velas. Eso si, nos ha dado las gracias por aguantar y no echarnos al monte. A las victimas del terrorismo, exclusivamente a las de ETA, las ha confortado refiriéndose  a los miembros de la banda como criminales totalitarios que siembran el terror y la violencia. Las victimas del franquismo para él no existen, es un tema ya cerrado, un genocidio que no toca, y no toca para el monarca a pesar de que afecta a millones de españoles y es un tema que diariamente invade las redes sociales a nivel mundial, mientras que los terroristas de ETA y sus victimas solo salen a la palestra muy de tarde en tarde.

Nos dice que ha dedicado su vida a España, lo mismo piensa que se lo debemos agradecer. Se olvida decirnos que cuando el nació España llevaba casi dos años inmersa en una guerra civil y que vino al mundo lejos de ella, en Roma concretamente, que no pisó suelo español hasta que cumplió los diez años y que lo hizo para recibir la educación franquista y posteriormente ser nombrado heredero del dictador con pleno gozo, ilusión e interés. Pasando desde entonces a vivir del presupuesto nacional, dedicación única a la que hoy en día sigue entregado compaginando esta entrega con los negocios privados y placeres que su trono le proporciona. A esto llama el rey dedicar su vida a España.

Como ya anticipé en "El silencio del rey", solo vaguedades, hipócrita compasión....una arenga militar a unas tropas extenuadas y a punto de desertar porque su soldada se utiliza para alimentar a los corceles de la cuadra real. Solo firmeza cuando pronuncia la palabra REY y solo parapeto cuando de su boca salen alusiones a la interminable Transición, esa Transición que permitió que el franquismo se adaptase a los tiempos y con la que media España no comulga, al igual que sucedió con la reinstauración borbónica del XIX, ambas diseñadas por el sable de un general. 

Claro que la sociedad reclama cambios en la economía y en la política, dice usted bien majestad, pero no solo para que la democracia sea posible, también para, de paso,  poder vivir dignamente. De lo que parece no darse cuenta es de que para que exista una verdadera democracia usted y su familia deberían irse de España, tal y como hicieron muchos de sus antepasados. 

Y por favor, no nos hable del Príncipe de Asturias, le recuerdo que Fernando VII también lo fue y mire usted en lo que se convirtió y a donde nos llevó cuando su padre abdicó y le sentaron en el trono. Puede que la historia se repita una vez más, usted ya esta sentado en el trono franquista previa abdicación de su padre, usted también era Príncipe de Asturias, y su hijo Felipe, al igual que Fernando VII, ya empieza a ser "El Deseado" para los juancarlistas decepcionados y monárquicos varios.

Benito Sacaluga







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